El Incogruente, que es quizás el libro más olvidado o menos recordado, inclusive por el propio autor, más que novela ceñida a argumentación clásica es una manera ramoniana de romper los moldes y envolverlos con las densas lianas de su fantasía gregueriana, pues este imaginista y metaforizador taumatúrgico usa el aspecto formal de la novela como un trampolín para llevarnos a los inasibles universos de su peremne fecundidad, a menudo sin relación con lo que nos está contando.
Las riada superrealistas genuinas en Ramón, tan abundantes en El Incogruente, fuero alguna vez la creación inimitable de un genio que maravilló a grandes hombres como T.S. Ellot, André Malraux, Albert Camus, Jean-Paul Sartre, John Dos Passos, Jean Cassou y tantísimos otros deslumbrados.
                            Víctor Sáiz